21 marzo 2011

Martín

Cuando Martín era chiquito escuchaba a su mamá que lloraba, todas las noches, una tras otra. Durante un tiempo él pensó que los grandes, de noche, lloraban. como algo cotidiano. Que antes de dormir, "se lloraba", asi como al levantarse, se desayunaba, había que peinarse, lavarse la cara...o al ponerse los zapatos, hay que atarse el cordón, ël no lo vivía con angustia, ni como una cosa dolorosa, sino como algo que, simplemente, era asi y pensaba que cuando fuera grande, él también iba a tener que hacer lo mismo: llorar antes de acostarse, como algunas personas rezan o se ponen pijama.
Claro que despues de unos años, al fin se dió cuenta. Quedó aterrado cuando entendió que esa sensacion no era lo que él había creido, que los otros adultos no lloraban todas y cada una de las noches, antes de dormir, que llorar no era una cosa mecanica, ritual o cotidiana y que no expresaba una normalidad, sino un dolor profundo y persistente.

1 comentario:

  1. Al leer a Martín de repente recordé que mi casa - fuera de los sueños -estaba siempre empacada en cajas y maletas, total, no sabíamos a donde nos tocaría ir mañana y así como ese llanto, para mi era lo normal hasta que miraba tras una ventana cualquiera y allí en ese pedazo de vida, ventana a la casa de un cualquiera, no habían ni cajas ni maletas.

    ResponderEliminar