El pequeño Camilo no entiende
-¿en serio no le dan ni una manzana?-
-no, pero vos le vas a dar una porque te la van a dejar pasar.-
responde la tía, rumbo al barrio de villa devoto. También
le explica que lo van a revisar, mucho, pero que nadie lo puede tocar.
Él ni entiende a qué se refiere, pero no le importa
son + las ganas de ver a su mamá.
Una reja separa a los visitantes de las reclusas
por las manos y los besos, se cuela a través
también la manzana.
Alicia (su mamá) la muerde y la pasa.
-¡eh má, era para vos!!-
-aca compartimos todo, ya vas a entender.-
Y así fue.
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