14 octubre 2010

Gastón

De ir con su viejo a los lugares de militancia, Gastón le tomó cosa fea al arroz con leche. En garín, jugaba con un montón de enanos sobre monticulos de materiales para la construccion  y el arroz con leche, siempre estaba presente. Vaya a saber porqué, ahora cuando lo huele o se lo nombran, le tiembla todo. Nunca lo pudo volver a probar, a veces piensa que quizas sea rico, pero. no, no quiere probarlo. Para Gastón, vivir sin poder contarle a nadie la muerte de su papá fue una mochila muy pesada, se sentia como un niño viejo...no podía manifestar la pérdida porque era peligroso...asi que pasar segundo grado, fue muy raro para él: todos en su mundo de figus, elastico, la mancha y él...que a veces estaba, a veces no. Hoy en dia se sigue sintiendo como un niño y un viejo, que por suerte, no ha perdido la sonrisa.

 A veces se pregunta porquè nunca sueña que no hubiera pasado lo que pasò. Quiere soñar que no se llevaban a los nuestros, quiere soñar que nada cambiaba, quiere soñar que su familia seguìa enterita...eso nomàs quisiera èl.

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